Vista hacia el O desde la cima del Lustou. Las Tres Marías y collado de Añisclo a la izda.
Las Tres Sorores en el centro y la Munia a la dcha.
Recorrido sobre el mapa (tanto ida como vuelta):
Tiempos y distancias:
*Tiempo de subida.- 4 h. 20 m.
*Tiempo de bajada.- 4 h.
*Tiempo total.- 9 h. 10 m. (con 1 h. aprox. de altos varios)
*Desnivel positivo acumulado.- 1.650 m.
*Distancia 14 Kms.
Particicipantes:
Victor G. Sanagustín y yo.
Aproximación:
Desde Ainsa (Huesca) seguir hacia el norte por la A-138. Pasamos Bielsa y posteriormente Parzán. Seguimos hasta llegar al túnel de Bielsa.
Pasamos el túnel de Bielsa hacia Francia. Una vez pasado Aragnouet, nos encontraremos a mano derecha la población de Tramezaïgues. En el cruce (hay que ir pendiente para no sobrepasarlo y terminar en Saint Lary-Soulan) giramos a la derecha, atravesamos el pueblo y seguimos la pista asfaltada adentrándonos en el valle de Rioumajou, hasta llegar a la zona recreativa de Fredançon donde dejamos el coche.
Reseña:
Desde el aparcamiento atravesamos el puente que salva el río Neste. seguimos hacia el este por pista que se interna en un bonito bosque de pinos.
La pista llega hasta otro puente de hormigón, el Pont de Florence (1495 m) que salva el Ruisseau de Péguêre. Antes de cruzar el puente tomamos a la izquierda la senda siguiendo, inicialmente el cauce del Péguêre por su margen derecha hasta que un poco más adelante se cruza con el Ruisseau de la Piarre. Atravesamos el barranco y proseguimos a la izquierda (NE) ascendiendo por la margen izquierda del Ruisseau de la Pierre. Vamos ganando altura, siguiendo algunos hitos que nos lleva a través de un tupido bosque de pinos.
La pendiente aumenta y seguimos hacia el NE, salimos del bosque a terreno despejado. Vamos ganando altura paralelos pero algo más separados del torrente de la Piarre, que llevamos a nuestra izquierda.
Llegamos a un cruce de barranco. El Ruisseau de la Pierre sigue de frente, donde la caída de las aguas sobre una depresión forma una bonita cascada. Nosotros giramos al derecha (SE) continuando por la margen izquierda del nuevo torrente.
Seguimos los hitos que van marcando el itinerario sobre el sendero. La pendiente aumenta y la senda que discurre por zona herbosa, va trazando algunos zig-zags, para salvar el desnivel con mayor comodidad. Después de unas cuantas lazadas llegamos a una cabaña de pastores, Refugio de Thou (2.055 m.).
Pasada la cabaña de Thou la senda prosigue ascendiendo hacia el E por zona herbosa, siguiendo los hitos hasta que poco a poco salimos de la zona de hierba y llegamos a la pedrera debajo de la cresta NO del Lustou.
La vista desde aquí es muy característica pues se aprecia la larga cresta del Lustou que se corta con una amplia V, que lo separa del Pic de Tour.
Una vez en la pedrera seguimos los hitos, haciendo una amplia comba hacia la izquierda (N), para llegar a la cresta salvando las paredes verticales de la cara sur de la cresta.
Una vez alcanzada la cresta giramos a la derecha (SE) y ascendemos por terreno descompuesto hacia la cima.
Llegamos a un amplio vivac de piedras a partir del cual la arista se vuelve más empinada y más estrecha. Remontamos por la arista donde debemos echar las manos; aunque no presenta ninguna dificultad hay que mantener la concentración en todo momento para no tener un mal tropiezo. Los pasos más complicados los salvamos por la izquierda.
Desembocamos en la alargada y estrecha cima del Pic de Lustou (3.023 m.) señalizado con con un gran hito de piedras.
Las vistas desde la cima son impresionantes en todas las direcciones.
El regreso lo hacemos por el mismo itinerario.
Lo reseñable y asombroso en el regreso es que en la parte alta de cresta nos encontramos con una cabra que, tras darla algo de pan que llevaos en las mochilas ya nos acompaño en todo el trayecto hasta el coche.
Estas son las fotos del día.
Zona del aparcamiento en Fredançon (Vallée du Rioumajou)
Cruzamos el puente sobre el río Neste en Rioumajou
Tras dejar el barranco de la Piarre, giramos a la derecha (E) por este barranco donde se
aprecia la avenida de un alud que ha dejado numerosos pinos arrancados en su caída.
(foto tomada en la bajada)
Llegamos a la Cabaña de Thou (1.944-2.055 m.). El Culfreda al fondo.
La senda discurre por zona de pastizales antes de llegar a la cantalera previa a la cresta.
Al fondo el Culfreda/Batoua y el Balinet.
Cresta del Lustou con el itinerario de subida marcado. A la derecha el Pic de Tour
Detalle de la zona de la cantalera.
Victor superando la cantalera.
Otra foto de la misma zona
En la cresta encontramos un vivac para pasar la noche.
Cresta del Lustou. (foto tomada en la bajada)
Nos encontramos esta cabra que ya no nos abandonará hasta llegar al coche.
Victor en la parte alta de la cresta.
Abajo el col de Lustou y al final de la cresta el Pic de Thou.
Al fondo a la izda. las Tres Sorores y a la dcha. el macizo del Neouvielle.
Llegando a la cima. Vista hacia el NO. El macizo del Neouvielle a la izquierda.
Llegando a la cima. Vista hacia el S. El Posets al fondo.
Vista desde la cima hacia el SO.
Otra vista hacia el SO desde la cima. Al fondo Cresta de los Bachimalas.
Vistor y yo en la cima del Lustou.
Vista hacia el E, desde la cima.
Zoom sobre las Tres Sorores
De Izda. a dcha. Punta de las Olas, Soum de Ramond, Monte Perdido, Cuilindro,
Marbore. Los Astazu y pico de la Munia.
Zoom sobre el macizo del Vignemale.
Zoom sobre el macizo del Neouvielle.
De izda. a dcha. Turon de Neouvielle, Pic des Trois Conseillers y Pic de Neouvielle.
Panorámica hacia el oeste desde la cima
Al poco rato de iniciar la baja nos encontramos con esta cabra (número 20013).
Desde la cresta nos acompaña la cabra durante el resto del recorrido.
Hacemos un alto para recuperar fuerzas
La cabra se tumba a nuestro lado.
A la expectativa de lo que la puedas dar.
Buscando comida en la mochila.
Impresionante destrozo que ocasionado el desprendimiento de una alud
sobre el barranco de Piarre.
Otra foto de los árboles arrastrados por el alud en Barranco de Piare.
Por el bosque del V. de Péguére.
La cabra nos sigue como un perrillo hasta el coche.
Victor despidiéndose de la cabra.
Después de dejarla metida en un redil de ovejas, parece que no se queda muy convencida.
Nos ha cogido cariño.
